sábado, 22 de marzo de 2008

Museo Ghibli (4ª Parte)


Tras la breve reseña realizada del corto The Whale Hunt, vamos a pasar a la sala de exposiciones de “movimiento y profundidad”.

¿Por qué he decidido llamarla así? Sencillo, puesto que la mayoría de los artilugios diseñados muestran algunas de las técnicas más clásicas del cine de animación para la obtención de movimiento a partir de imágenes estáticas.

Su acceso es de lo más sencillo. Se sitúa a la derecha nada más bajar las escaleras del museo. Está bastante oscuro y normalmente repleto de niños con sus padres. En dicha sala podemos ver una especie de frontal de una casa que consta de muchas ventanas que muestran una imagen de una película del Studio Ghibli junto con su año de producción (que es su año de estreno, recuerdo). La verdad es que dicho frontal ya es realmente alto y ancho y van a tener que hacer reformas en unos años al haberse anunciado dos nuevos proyectos que involucran al maestro Isao Takahata y al director de Cuentos de Terramar, Goro Miyazaki.

Más adelante tenemos artilugios móviles entre los que destaco uno dedicado a Mi Vecino Totoro, en el que se puede ver a Mei, la niña menos protagonista de dicha película, corriendo detrás de los Totoros más pequeños. Lo increíble del artilugio es la técnica empleada para la pintura, realmente original, parecen trazos al óleo.

Andamos unos metros y nos topamos con mi artilugio favorito. Una inmensa cámara de cristal redondeada en la que vemos una infinidad de piezas con los protagonistas de Mi Vecino Totoro y que están anclados mediante hierros. A partir de ahí cuando la luz se apaga empieza a rodar el artilugio y ves como las diferentes poses de Mei, Totoro y compañía se convierte en un movimiento frenético alrededor del árbol mágico. Impresionante, posiblemente el objeto más espectacular del museo (quitando al Gatobús escala “niño de primaria y desgraciadamente los demás os fastidiáis porque no podéis jugar” situado en la segunda planta del museo).

A continuación tenemos las Panorama Boxes (Cajas Panorama) que provienen del animador ruso Yuri Norstein. Si no me acuerdo mal hay un total de siete en la sala y representan imágenes de algún corto, alguna película y otras imágenes de las colaboraciones del Studio Ghibli con otros largometrajes. Estas cajas están creadas a partir de diferentes capas que colocadas sucesivamente dan sensación de profundidad. El único pero que les pongo es que están situadas a una altura perfecta para los niños y le obligan a uno casi a ponerse de rodillas para poder apreciarlas en su justa medida.

Andamos un poco más y nos encontramos con un artilugio de lo más increíble. Un amasijo de poleas y demás chismes en una gigantesca habitación de cristal en la que se puede ver una cinta corriendo sin cesar, es decir, una máquina de cine con “ligeras” modificaciones para que la cinta recorra metros y metros antes de llegar a ser proyectada. Hay dos pantallas que muestran la animación creada que no deja de ser un bucle que se repite una y otra vez. Su duración es de aproximadamente un minuto.

Las últimas dos atracciones por comentar son un cilindro de cristal más o menos a la izquierda de la entrada, de cristal y con un robot de Laputa rodeado por palomas. En movimiento es realmente brillante el artilugio, lástima no poder hacer fotos. Y, como colofón final, hay un “minicine” en la que podemos ver otro bucle animado con algunas imágenes de algún personaje Ghibli como Yubaba y con la clara influencia de Disney…si visitan el museo, sabrán ustedes el porqué de esta última afirmación. Les dejo con dos imágenes de las vistosas Panorama Boxes.

martes, 11 de marzo de 2008

Museo Ghibli (3ª Parte)

Pido perdón a los lectores habituales de este blog por su inexistente actualización durante la última semana y media, debida principalmente a dos motivos: un poco de desánimo al abandonar hasta noviembre el País del Sol Naciente y por ciertos asuntos personales que tenía que atender de manera irremisible. Pero, como se suele decir en estos casos, más vale tarde que nunca. Y como lo prometido es deuda voy a realizar una breve reseña sobre el corto que se emitió en el Museo Ghibli durante el pasado mes de Febrero.

El corto en cuestión se titula The Whale Hunt cuyo argumento está basado en la historia homónima que se incluye en The No-No Nursery School (Iya Iya En), obra escrita por Rieko Nakagawa y publicada en Japón por Fukuinkan Publishing. Dicho corto tiene el honor de ser el que abrió la veda en el Cine Saturno, el primero en proyectarse. Se utilizaron nada más y nada menos que doce dibujos por segundo para la producción de su animación.

Si alguien necesita tener una referencia clara en lo que a su estética se refiere, basta con que intentemos recordar otro de los trabajos de la factoría Studio Ghibli, dirigido a su vez por el maestro Hayao Miyazaki, Sora Iro no Tane, cuya historia, precisamente, fue también elaborada por Rieko Nakagawa. Aunque, ésta última producción iba destinada a conmemorar el cuarenta aniversario de la Nippon TV en 1992. Pero si habéis podido visionar este corto, podréis ver una gran similitud en los dibujos, teniendo en cuenta demás que la persona a cargo de los dibujos es la misma: Yuriko Omura.

El corto es precisamente un cuento de aventuras para todos los niños. Desgraciadamente mi nivel de japonés todavía no es lo suficientemente bueno para entender los diálogos, aunque sí puede a través de algunas palabras o frases discernir algunos aspectos del mismo. Aunque, todo hay que decirlo, no es necesario ser un genio para averiguar de qué va. Así pues, nos encontramos en una especie de guardería en la que unos niños construyen un barco imaginario y deciden ir a la caza de una ballena, sin malos propósitos, por supuesto. Mientras que el protagonista principal se queda con la miel en los labios al no poder formar parte de la tripulación, el resto del grupo se hace a la mar (todo esto de manera imaginaria, y es que su parecido a un cuento infantil de los de antaño es más que notable) en busca del preciado mamífero.

Es un relato que está plagado de guiños hacia los más pequeños, aunque creo que servidor disfrutó más que ellos. Los colores que se han utilizado para The Whale Hunt muestran tonalidades suaves, algo de agradecer, puesto que el Cine Saturno tiene, pese a que pueda resultar increíble, un defecto: la pantalla es muy grande y recomiendo coger asiento lo más arriba posible. Hayao Miyazaki vuelve a demostrar que dirigiendo es único y, además, la música de Yuji Nomi acompaña en todo momento. Las imágenes proceden de Ghibliworld.