Tras la breve reseña realizada del corto The Whale Hunt, vamos a pasar a la sala de exposiciones de “movimiento y profundidad”.
¿Por qué he decidido llamarla así? Sencillo, puesto que la mayoría de los artilugios diseñados muestran algunas de las técnicas más clásicas del cine de animación para la obtención de movimiento a partir de imágenes estáticas.
Su acceso es de lo más sencillo. Se sitúa a la derecha nada más bajar las escaleras del museo. Está bastante oscuro y normalmente repleto de niños con sus padres. En dicha sala podemos ver una especie de frontal de una casa que consta de muchas ventanas que muestran una imagen de una película del Studio Ghibli junto con su año de producción (que es su año de estreno, recuerdo). La verdad es que dicho frontal ya es realmente alto y ancho y van a tener que hacer reformas en unos años al haberse anunciado dos nuevos proyectos que involucran al maestro Isao Takahata y al director de Cuentos de Terramar, Goro Miyazaki.
Más adelante tenemos artilugios móviles entre los que destaco uno dedicado a Mi Vecino Totoro, en el que se puede ver a Mei, la niña menos protagonista de dicha película, corriendo detrás de los Totoros más pequeños. Lo increíble del artilugio es la técnica empleada para la pintura, realmente original, parecen trazos al óleo.
Andamos unos metros y nos topamos con mi artilugio favorito. Una inmensa cámara de cristal redondeada en la que vemos una infinidad de piezas con los protagonistas de Mi Vecino Totoro y que están anclados mediante hierros. A partir de ahí cuando la luz se apaga empieza a rodar el artilugio y ves como las diferentes poses de Mei, Totoro y compañía se convierte en un movimiento frenético alrededor del árbol mágico. Impresionante, posiblemente el objeto más espectacular del museo (quitando al Gatobús escala “niño de primaria y desgraciadamente los demás os fastidiáis porque no podéis jugar” situado en la segunda planta del museo).
A continuación tenemos las Panorama Boxes (Cajas Panorama) que provienen del animador ruso Yuri Norstein. Si no me acuerdo mal hay un total de siete en la sala y representan imágenes de algún corto, alguna película y otras imágenes de las colaboraciones del Studio Ghibli con otros largometrajes. Estas cajas están creadas a partir de diferentes capas que colocadas sucesivamente dan sensación de profundidad. El único pero que les pongo es que están situadas a una altura perfecta para los niños y le obligan a uno casi a ponerse de rodillas para poder apreciarlas en su justa medida.
Andamos un poco más y nos encontramos con un artilugio de lo más increíble. Un amasijo de poleas y demás chismes en una gigantesca habitación de cristal en la que se puede ver una cinta corriendo sin cesar, es decir, una máquina de cine con “ligeras” modificaciones para que la cinta recorra metros y metros antes de llegar a ser proyectada. Hay dos pantallas que muestran la animación creada que no deja de ser un bucle que se repite una y otra vez. Su duración es de aproximadamente un minuto.
Las últimas dos atracciones por comentar son un cilindro de cristal más o menos a la izquierda de la entrada, de cristal y con un robot de Laputa rodeado por palomas. En movimiento es realmente brillante el artilugio, lástima no poder hacer fotos. Y, como colofón final, hay un “minicine” en la que podemos ver otro bucle animado con algunas imágenes de algún personaje Ghibli como Yubaba y con la clara influencia de Disney…si visitan el museo, sabrán ustedes el porqué de esta última afirmación. Les dejo con dos imágenes de las vistosas Panorama Boxes.